Mujeres guardaespaldas para Rowling

La profesión de guardaespaldas no está reservada exclusivamente para los hombres, y las mujeres se hacen cada vez más hueco en este duro mundo laboral: dos profesionales cuentan su experiencia con su clienta favorita, la escritora J.K. Rowling.
En una entrevista a Telegraph, las guardaespaldas Jacquie Davis y Helen Cliffe relatan cómo es trabajar en una profesión supuestamente reservada para hombres.
Estas dos profesionales han custodiado familias reales de Arabia Saudí, actrices como Liza Minnelli, políticas de alto rango como la paquistaní Benazir Bhutto y por supuesto, a J.K. Rowling.
La escritora es, de hecho, una de sus custodiadas predilectas. Mientras que otras famosas como Britney Spears ignoran las instrucciones de sus protectores, la británica sigue a pies juntillas todos los consejos para su seguridad: "No me gustan las celebridades porque muchas se niegan a escucharte. Te contratan por tu experiencia, pero luego no te hacen caso. Esa es la razón por la que me gusta Jo Rowling. Hacía lo que se le pedía". Según ellas, la muerte de Bhutto podría haberse evitado si hubiese escuchado a sus guardaespaldas.
Han cuidado a Rowling durante cuatro años, incluso en sus viajes a los Estados Unidos. Las dos mujeres defienden su perfil frente al de los hombres porque no sólo pueden proteger a sus clientes con la misma efectividad, dicen, sino que también pueden recoger a los niños de la escuela sin que los vecinos sospechen que no son las madres o niñeras. La misma J.K. Rowling reconoció tener que recurrir a guardaespaldas en sus viajes a Norteamérica, después de recibir amenazas de fundamentalistas religiosos.